Qué duda cabe que todos estamos pre- ocupados por los efectos del cambio cli- mático y por ello, el país trabaja en ace- lerar el proceso de transición a energías más limpias y renovables de su matriz energética.
Sin embargo, la descarboni- zación del sistema eléctrico, debe reali- zarse de manera gradual y programada, para lo cual deben verificarse una serie de factores habilitantes, para que el proceso de prescindir de las unidades térmicas a carbón sea seguro y eficiente. ¿A qué me refiero? Se deben conside- rar aspectos relativos a la resiliencia y seguridad de los sistemas eléctricos, así como otros asociados a un correcto re- cambio tecnológico, y que el retiro de las centrales a carbón, no signifique un reemplazo directo por unidades térmi- cas en base a diésel, ya que esto no solo implicaría un contrasentido ambiental, sino un encarecimiento importante de la operación del sistema eléctrico chi- leno.
El Coordina- dor Eléctrico Nacional, en su Informe de Seguridad del 8 de agosto de 2024, advir- tió sobre los riesgos que implicaría la desconexión de centrales térmicas, sin una adecuada planificación. Aunque se mantendría el aporte de algunas cen- trales que uti- lizan combustible fósil, en escenarios de sequía y limitación de combustibles como gas y diésel, se proyectan esce- narios con incertidumbre de abasteci- miento eléctrico. Asimismo, se señaló que la desconexión anticipada de cier- tas unidades, podría aumentar los ries- gos de desabastecimiento y afectar ne- gativamente los planes de recuperación del servicio.
Finalmente, el Coordinador recomien- da condicionar el retiro de las centrales a una serie de condiciones habilitantes, incluida la reconversión de una central ubicada en el norte del país, con el ob- jeto de minimizar el riesgo de abasteci- miento en el sistema. Con relación a un cierre en torno a los años 2030-2035, existe consenso en que se requieren habilitantes mínimos necesarios para via- bilizar tal retiro, los cuales están suje- tos a importantes riesgos y condicio- nes para su mate- rialización.
Estos habilitantes dicen relación con: la puesta en servicio del Proyecto HVDC Kimal-Lo Aguirre; la existencia de una cartera de nuevos proyectos renovables y almacenamiento entre 22-35 GW, in- tegrar a las centrales renovables en la participación de atributos de seguridad y avanzar en nuevas redes de transmisión y distribución eléctrica, entre otros. Por este motivo, cabe preguntarse: ¿Es el momento? La respuesta depende de la implementación efectiva de estos habilitantes. La transición debe ser cuida- dosa y bien planificada para evitar ries- gos de desabastecimiento, altos costos operativos y un impacto en el medioambiente.
El Coordinador Eléc- trico Nacional, en su Informe de Seguridad del 8 de agosto de 2024, advirtió sobre los riesgos que impli- caría la desconexión de centrales térmicas, sin una adecuada pla- nificación.