La semana pasada, Kimal-Lo Aguirre, línea de transmisión fundamental para concretar la transición energética del país, recibió el primer set de observaciones y cuenta con plazo hasta septiembre para dar respuesta. Más de 750 mil horas de trabajo son las que acumula el equipo de más de 70 profesionales chilenos y extranjeros que impulsa uno de los proyectos de inversión más esperados en el sector energético, la línea de transmisión Kimal-Lo Aguirre, obra que unirá Antofagasta y Santiago, habilitando un mayor consumo de energías renovables, con una capacidad nominal de 3.000 MW. La iniciativa está a cargo del consorcio Conexión, conformado por la gigante asiática, China Southern Power Grid, la colombiana ISA, y la empresa local Transelec, quienes deben poner en funcionamiento esta infraestructura en 2029. La semana pasada, se cumplió un importante paso en el desarrollo del proyecto, cuando el Servicio de Evaluación Ambiental presentó el primer Icsara (Informe Consolidado de Aclaraciones, Rectificaciones o Ampliaciones), documento en el que se consolidan las observaciones realizadas por los distintos servicios involucrados. En dicho informe, existen más de 1.600 comentarios, que se dividen en una amplia gama de temáticas, que deben ser resueltas por el titular de aquí a septiembre, en otro documento conocido como Adenda. El gerente general de Conexión, Sebastián Fernández (SF), matiza la cantidad de inquietudes recibidas y explica que “más que observar el proyecto, están solicitando información adicional para tener una evaluación comprensiva del proyecto. Ahora, cuando vemos 1.600 observaciones y descomponemos esto, tenemos un proyecto de 1.342 kilómetros, que atraviesa cinco regiones, y cuando uno ya traduce esas 1.600 en regiones, en realidad son un poco más de 370 observaciones por región. Y cuando uno ya aterriza esto a nivel de comuna, decimos, oye, ¿sabes qué? Son 50 observaciones por comuna. Entonces, mirado en su contexto, cuando uno dimensiona la magnitud de alguna forma del proyecto, el número de observaciones es el habitual en el desarrollo de los proyectos”. Es de tal magnitud la cantidad de antecedentes que fueron entregados en octubre por la empresa, que la gerenta de Medio Ambiente y Comunidades de Conexión, Carola Venegas (CV), explica que en su totalidad, el Estudio de Impacto Ambiental consideraba aproximadamente 40.000 páginas, y tenía en realidad más de 500 archivos, no obstante, sumando elementos metodológicos y cartográficos, la cifra de archivos supera los 6 mil “De ahí que cuando uno dice recibo 1.600 observaciones, en el fondo, claro, puede sonar un número grande, pero está muy relacionado con la magnitud del proyecto, no era esperable recibir menos”, dice Venegas. —¿Cuál es la importancia de un proyecto como Kimal-Lo Aguirre para Chile? (SF): “Chile estableció un compromiso ambiental de ser carbono neutral de aquí al año 2050, y para que ese objetivo se cumpla hay una hoja de ruta con distintos hitos y con distintos habilitantes para generar esas condiciones de carbono neutralidad. Y uno de esos hitos importantes es el proyecto Kimal-Lo Aguirre, que establece la entrada a operación de aquí al final del 2029. Entonces, en ese marco, cuando uno dice, bueno, ¿por qué es importante el proyecto? Primero, carbono neutralidad, que va a permitir una mayor participación de energías renovables, que va a permitir la aceleración del cierre de los centrales de combustibles fósiles, y eso va a permitir electrificar muchos nuevos usos de energía que hoy día también se utilizan con combustibles fósiles, por ejemplo, el transporte. Entonces, el sentido de urgencia de nuestro proyecto está enmarcado también en los compromisos que tiene Chile, establecido por ley”. —En las cientos de reuniones que han tenido con las comunidades ¿cuál ha sido la recepción respecto al proyecto? (SF): “En general, las comunidades primero entienden y tienen un compromiso con dejar un país en mejores condiciones de las que lo hemos recibido. Entonces, desde el punto de vista ambiental, entienden la importancia del compromiso de Chile en torno a la carbono neutralidad en 2050. De modo que el objetivo de este proyecto es compartido por la gran mayoría de las comunidades”. (CV): “Por ejemplo, hay unas encuestas mundiales que sitúan a Chile como uno de los dos países más preocupados por el cambio climático. Y eso no es trivial, ni porque a lo mejor vemos mucha televisión o estamos muy conectados con estos temas, sino que es algo que las comunidades lo viven. Estas olas de calor extremo, las sequías extremas, eventos climáticos que antes no se habían visto. Entonces, la gente vive el cambio climático, para ellos es un tema real, contingente, no de futuro. Y en ese sentido, cuando en el proyecto es posible tener estas instancias de conocimiento, de explicación de contexto, de explicar el eje de la política pública, a las personas y a las autoridades les hace mucho sentido”. (SF): “Y en esa misma línea, lo otro son los principios que han definido nuestro trazado. Y en eso también el objetivo que nosotros hemos procurado es tener un trazado que minimice los impactos ambientales y sociales. Y eso nos ha obligado muchas veces a tener desafíos constructivos súper importantes, porque en el fondo, nuestra línea al tratar de reducir los impactos en las comunidades se ha ido un poco más cercana a la cordillera, que hace que los desafíos constructivos sean mayores. Y eso, en general, también es un elemento bien recibido, que de alguna forma no ha sido el criterio económico el que ha definido el trazado de Kimal-Lo Aguirre, sino que ha tenido en consideración de forma importante las variables ambientales y sociales”. —Pero también han tenido que enfrentar críticas al trazado, especialmente en la zona de El Molle. (SF): “Creo que hay que tener cierta perspectiva, de que son más de 50 comunas, es evidente que no el 100% está totalmente de acuerdo con el trazado. Pero también, por otro lado, hay que concentrarse en que la gran mayoría de las comunas y de las personas ha entendido cuáles son los principios que nosotros hemos tomado en consideración para definir nuestro trazado y lo han compartido”. “Las consideraciones que tuvimos para la definición del trazado estaban basadas en estos criterios que te acabo recién de mencionar, así como la guía de estudio de franjas del Ministerio de Energía. Ahora bien, nosotros estamos siempre abiertos a considerar las preocupaciones de todos los vecinos del proyecto. Y en ese sentido vamos a estar con toda la disposición para conversar, para explicarles la lógica y las definiciones que nosotros tomamos y si hay mérito a reevaluar algunas definiciones que podamos haber tomado. Entonces, más que referirme a un tema en particular, la aproximación de Conexión es la de diálogo, la de tener un entendimiento y la de explicar cuáles son los principios que han imperado en estas definiciones”. 2029 En ese año debe entrar en operación el proyecto Kimal-Lo Aguirre, según lo establecido en el decreto. 5 son las regiones que atraviesa el proyecto: Antofagasta, Atacama, Coquimbo, Valparaíso y Metropolitana. US$ 1.480 millones es la inversión referencial considerada en el proyecto. 349 reuniones se han realizado con 1.130 dirigentes sociales, a lo largo del área de influencia. 1.342 son los kilómetros por los que se extiende la línea de trasmisión. “Creo que tenemos un consenso de que se requieren líneas de transmisión adicionales” —El 2023 fue un año récord en cuanto a vertimientos de energía y varias empresas generadoras se quejan de la falta de infraestructura para transportar la producción. ¿Ustedes ven que hubo un incumplimiento del Estado de Chile respecto a la ley de 2016? (SF): “La necesidad de transmisión es urgente. Creo que tenemos un consenso de que se requieren líneas de transmisión adicionales para, por un lado, descarbonizar, y, por otro, reducir los vertimientos. Ahora bien, hoy no veo que haya líneas de transmisión que estén con retraso significativo en el norte que pudiesen estar generando un impacto. Efectivamente se requiere una planificación más acorde a los plazos de los desarrollos de la generación, porque, claro, hoy desarrollar un proyecto solar es mucho más rápido que desarrollar una línea de transmisión. El proceso de definición de la línea de transmisión está pensado también para ir de alguna forma posterior al desarrollo de las grandes centrales hidroeléctricas o térmicas”. (CV): “Ahora, también es un tema global. Esta discusión se basa en que los tiempos de desarrollo de la generación es menor que el de la transmisión. Y la generación es un mercado competitivo. Sin embargo, la transmisión es un mercado regulado. Por lo tanto, también tiene que haber un equilibrio respecto de cuándo es el momento oportuno de decretar las obras de transmisión, dado que son parte de la cuenta de la luz que pagan todos los usuarios”. —Además el proyecto considera un tipo de tecnología nuevo en Chile, de corriente continua (HDVC). (SF): “La tecnología HDVC es una tecnología que reduce las pérdidas de energía, que reduce el impacto ambiental de transmisión para grandes bloques de energía, al usar una franja de servidumbre sustancialmente menor. Segundo, que no tiene afectaciones en los puntos intermedios porque tiene solo dos subestaciones conversoras. Y esta línea va a permitir de alguna forma descongestionar todo el sistema actual”. —De todos modos, se espera que cuando entre en operación, la línea opere a su máxima capacidad. (CV): “Esto habla bien del sistema. Porque, insisto, el hecho de que el proyecto requiera menos torres, requiera menos franjas, todo eso va a la cuenta de la luz. Que este proyecto tenga menor impacto ambiental es algo que a nosotros como desarrolladores nos aporta. Sin embargo, también hay que pensar en los efectos sistémicos, la economía depende mucho del precio de la electricidad, el presupuesto familiar depende mucho de esto; el presupuesto de los municipios, de los hospitales, etcétera. Por lo tanto, el hecho de que la línea se desarrolle en una medida que mantenga un equilibrio entre no sobredimensionar las cuentas que todos los chilenos pagan, también es algo bueno”. “Los ejercicios de planificación de largo plazo siguen ocurriendo. La semana pasada, ya se liberó el plan de expansión. Por lo tanto, este no es el único proyecto. A medida que Chile va creciendo, que va aumentando el consumo eléctrico, hay otros más, y yo no vería como algo negativo el hecho de que parta, ojalá, llena, digamos”. “Un proceso (de tramitación) más exigente también blinda a los proyectos desde el punto de vista ambiental” —Una de las principales preocupaciones de las empresas ha sido el tema de la permisología. ¿Cómo lo ven ustedes? (SF): “Lo único que puedo decir es que primero, nosotros vamos en plazo. Segundo, que el sistema, que las guías del SEA y el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental es un sistema muy exigente, pero de muy alta calidad. Entonces, de alguna forma, tener un proceso más exigente también blinda a los proyectos desde el punto de vista ambiental. Entonces, ahora, toda esta transición ha generado una exigencia adicional para el desarrollo de los proyectos. Y eso es así, y nosotros básicamente, más que quejarnos, lo que toca es hacernos cargo de estas nuevas definiciones o de estas guías o estas recomendaciones que son recomendaciones del SEA para evaluar ciertos impactos”. —¿Se consideran una víctima de la permisología? (SF): “No”. —Durante la evaluación, servicios como Conaf solicitaron el término anticipado del proceso, ¿les preocupa ese tipo de situaciones? (SF): “Prefiero no referirme respecto de un pronunciamiento que pueda haber tenido algún servicio. Porque, en el fondo, la forma de hacernos cargo de esos pronunciamientos es a través de la elaboración de una Adenda”. (CV): “Además, la instancia que nosotros tenemos que responder no es pronunciamiento a pronunciamiento, sino que es más bien la consolidación que realiza el Servicio de Evaluación Ambiental en este documento que se publicó el día lunes, en donde también el servicio lo que hace es que acoge los comentarios en función de las competencias de cada servicio”. “Por ejemplo, el SEA tiene la atribución de filtrar las observaciones en función de la competencia de quien lo hace y en función de si está alineado con las guías, sus procedimientos, etc. Por lo tanto, hoy día, a nosotros lo que nos corresponde es responder ese Icsara”. —¿Qué les ha parecido el proceso de tramitación que han enfrentado? (SF): “Más que entrar a opinar respecto de los servicios, yo lo que veo es que tenemos un Icsara en los plazos que están establecidos en ley y hoy día nos toca a nosotros responder. Por otra parte, hay un registro de una cantidad de actividades que ha llevado adelante el SEA a través de desarrollar la participación ciudadana, ha sido muy desafiante y los números son muy significativos y lo ha desarrollado el SEA en su cabalidad. Entonces, más que entrar a opinar respecto de los recursos que pueda tener o no, yo lo que veo es que se han cumplido todas las cosas que están establecidas”. —¿Cuándo se podría tener una cifra de inversión definitiva del proyecto? (SF): “Efectivamente, los US$ 1.480 millones es un valor referencial. Ahora, ya el diseño del proyecto consideraba algunos de los elementos que estoy comentando. De alguna forma, reducir los impactos ambientales y sociales en el trazado, en la versión inicial de la inversión. Ahora bien, la inversión final la vamos a tener consolidada cuando tengamos la asignación de todos los contratos, cuando tengamos negociadas todas las servidumbres, cuando tengamos todos los compromisos ambientales evaluados y eso es parte de un proceso”.