Uno de los permisos clave, que es requisito para ingresar a evaluación ambiental, materializó en agosto Conexión Energía que es la empresa a cargo del desarrollo, construcción y operación de la megalínea Kimal-Lo Aguirre que unirá Antofagasta y Santiago.

En el marco de la segunda jornada del seminario internacional «Chile y sus redes: desafíos y oportunidades del sistema que conectará el futuro del país», organizado por la Asociación de Transmisoras, la gerenta de Asuntos Públicos, Medio Ambiente y Comunidades de Conexión Energía, Carola Venegas, señaló este viernes que lograron obtener la declaración que consagra de interés nacional la iniciativa tras presentar la solicitud en marzo ante la Corporación Nacional Forestal (Conaf). Esta, dijo, es un ejemplo de colaboración público-privada.

Según explicó Venegas, en estas se pronuncian todos los municipios por donde pasa el proyecto, los que son alrededor de 35. «Se pronuncian muchísimos servicios y los gobiernos regionales», dijo.

«Y, a pesar de lo que uno en general estima, muchos de ellos, no solamente votaron a favor de que el proyecto fuese declarado de interés nacional sino que además contribuyeron con información complementaria respecto de planes, políticas y programas de su competencia en los cuales el proyecto aporta», destacó.

Para la ejecutiva, «hay un ánimo respecto del proyecto que es un símbolo de lo que uno espera respecto de colaboración público-privada y también comunitaria».

Cabe recordar que en mayo Venegas señaló que en virtud de la concesión eléctrica presentaron en marzo a la Conaf la tramitación para la obtención de la declaratoria de interés nacional. Esta es un prerequisito para tener el permiso de corte de bosque nativo de preservación, que a su vez se tramita ambientalmente dentro del Estudio de Impacto Ambiental (EIA). En ese momento, además, contó que ya tenían la primera propuesta de trazado de la megalínea.

Los plazos

Venegas reafirmó que esperan ingresar este año al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA). Comentó que, de acuerdo a lo que han visto en otros proyectos, tanto lineales como de transmisión en particular, «la tramitación podría durar alrededor de dos años». 

Esto, aseguró, les podría permitir tener una Resolución de Calificación Ambiental (RCA) para fines del año 2025. «Por ende, hacer una tramitación de nuestros permisos ambientales sectoriales que también hemos hecho un diseño que nos permite evitar aquellos permisos que en general son mucho más complejos y largos de tramitar».

Lo anterior, a juicio de Venegas, permitiría -según el decreto de adjudicación del proyecto- el tercer hito correspondiente al inicio de construcción el año 2026. Y, además, el hito número 11 de entrada en operación.

La ejecutiva de Conexión Energía precisó que, a la fecha, llevan alrededor de US$ 50 millones invertidos en una relación entre ingeniería y medio ambiente. Es decir, explicó, «el proyecto está haciendo su diseño para presentarse al EIA con la revisión inmediata de los contratistas de construcción».

Asimismo, puntualizó que tienen el 82% del Cápex del proyecto contratado. Es decir, 430 contratos firmados.