Según el contrato, la puesta en marcha de la línea que unirá Antofagasta y la Región Metropolitana debe estar operativa en la primera mitad de 2029. ‘Si el EIA se aprueba en un tiempo menor al estimado, sería posible iniciar la operación comercial antes de lo que establece el decreto’, estima Fernández.
—Con las metas para 2022 cumplidas cerrará sus primeros seis meses de existencia Conexión Kimal Lo Aguirre S.A., la sociedad constituida por Transelec Holdings Rentas Limitada, ISA Inversiones Chile SpA y China Southern Power Grid International (CSGI) que construirá y operará la primera megalínea de transmisión de corriente continua con tecnología HVDC en el país. Con aproximadamente 1.340 km de longitud, recorrerá desde la Región de Antofagasta a la Metropolitana y es clave para alcanzar los compromisos del Estado con la carbononeutralidad a 2030, ya que permitirá evacuar grandes volúmenes de energía renovable generada en el norte del país hacia los grandes polos urbanos del centro y sur.
Su gerente general, Sebastián Fernández −quien dejó la vicepresidencia de Desarrollo de Negocios de Transelec para liderar esta empresa−, destaca que completaron la plana gerencial y cuentan con un equipo de 63 personas para esta etapa, que comprende la elaboración del Estudio de Impacto Ambiental (EIA). Ese número que crecerá sustancialmente en la etapa de construcción.
Dado que la tecnología HVDC constituye una novedad para Chile, la empresa incorporó especialistas de otros países. Por ejemplo Andy Gan, gerente de ingeniería y construcción de líneas de transmisión, ha participado en al menos cinco megaproyectos en China; y Mauricio Restrepo, gerente de ingeniería y construcción EECC, participó en el proyecto de Madeira en Brasil de 2.375 km, que cruza la selva amazónica y la sabana brasileña.
Fernández destaca que hasta ahora el plan de trabajo es consistente con los plazos establecidos en el decreto de adjudicación de la licitación: ‘Este cronograma contempla la entrada en operación comercial en el primer semestre de 2029 y no tengo elementos para dudar al respecto’. El EIA se ingresará a tramitación el primer semestre del próximo año y dice que estarán listos para iniciar la construcción en cuanto este se apruebe: ‘Desde el punto de vista contractual y de desarrollo, estaremos preparados para iniciar la construcción. Si el EIA se aprueba en un tiempo menor al estimado, sería posible iniciar la operación comercial antes de lo que establece el decreto’.
Más allá del esfuerzo que demandará este proyecto al organismo evaluador (SEA), dada su complejidad y la cantidad de regiones involucradas −y que probablemente requiera consulta indígena−, todo lo cual puede afectar los plazos de tramitación, Fernández está convencido de que la calidad del EIA puede contribuir a reducir los tiempos y por ello su prioridad es entregar el mejor estudio posible. Y espera que de haber consulta indígena, esta se determine tempranamente.
Durante este semestre desarrollaron las líneas de base ambiental y de medio humano, con mediciones en las cuatro estaciones del año, y adelantaron el trabajo territorial, para marcar diferencia con anteriores líneas de transmisión que al final se entramparon en el relacionamiento comunitario. Fernández asegura que han establecido un diálogo honesto con las comunidades, entregándoles todos los elementos de juicio disponibles y que el diseño del proyecto se hace cargo de los altos estándares establecidos en las bases de licitación: la Guía de Estudio de Franja del Ministerio de Energía, el estándar de la IFC, los Principios de Ecuador. En lo que respecta a las bases del EIA, han elaborado 25 estudios que incluyen levantamiento de información sobre flora y fauna, geológicos arqueológicos, entre otros.
CONTRATOS Y FINANCIAMIENTO
Los accionistas suscribieron un capital inicial simbólico de $1.500.000, que se aumentó a $ 75.940 millones a fin de entregar los recursos necesarios para la elaboración del EIA y la firma de los contratos principales. Fernández adelanta que pronto se concretará un segundo aumento de capital, pero el financiamiento definitivo se estructurará al iniciar la construcción y dependerá de las condiciones del mercado.
Por la longitud de la línea, la construcción estará a cargo de varias empresas en forma simultánea, para lo que ya están avanzados las licitaciones. Un proceso que también será arduo es la negociación de las servidumbres con los propietarios de los terrenos donde se instalarán las 2.700 torres.
El contrato más grande es el de las subestaciones convertidoras, adjudicado a un consorcio chino conformado por su socia CSGI y XEEC, bajo la modalidad de EPV (diseño, gestión de compras, construcción, supervisión y puesta en marcha), que es el corazón tecnológico del proyecto. El gerente declina dar el monto y se limita a comentar que representa un cuarto del costo total (unos US$ 370 millones, si se considera que el valor referencial del Coordinador Eléctrico para la licitación era de US$ 1.480 millones). ‘Lo importante es que asignamos los contratos a empresas con mucha experiencia en esta tecnología. CSGI opera más de 10 líneas de este tipo’, plantea el gerente.
En términos de generación de trabajo, Kimal-Lo Aguirre generará un peak de 10.000 empleos directos.
TRABAJO EN LOS TERRITORIOS
El trabajo de relacionamiento ha sido arduo, ya que la línea pasa por cinco regiones, 25 comunas e interactúa con cinco pueblos originarios: atacameños, diaguitas, collas, aymaras y mapuche. La compañía ya ha entregado y levantado información a través de visitas a terreno, talleres de trazado, mesas de trabajo y acuerdos para la elaboración de estudios antropológicos, entre otras actividades. En los meses siguientes realizarán exposiciones abiertas a nivel regional y en las localidades. A la fecha, se han reunido con más de 1.130 dirigentes en 92 localidades indígenas y no indígenas y unas 150 autoridades. El Ministerio de Energía contribuyó a la conformación de una mesa con los alcaldes de las comunas por las que la línea pasará en la Región Metropolitana: Pudahuel, Lampa y Tiltil.
‘Hemos conversado con cada uno de los municipios y comunidades, para conocer sus preocupaciones, comunicarles las características del proyecto y recoger las aprensiones sociales o ambientales que sean objeto de evaluar e incorporar al diseño del trazado para reducir los impactos de la construcción de la línea a fin de que sea lo más amigable posible’, detalla el ejecutivo. Agrega que dado que están asumiendo los más altos estándares aplicables a nivel internacional, gran parte de las preocupaciones de autoridades y habitantes locales ya están recogidas.
Obviamente, la principal inquietud de todos los stakeholders es conocer el trazado, pero Fernández insiste en que aún están definiéndolo y por tanto, sigue sujeto a variantes. Tampoco saben cuán distanciado del óptimo económico resultará: ‘Cuando ingresemos el EIA se conocerán los detalles y continuaremos el trabajo territorial, porque será continuo; no es que vamos a medir la línea de medio humano y nos vamos a desaparecer hasta que iniciemos la construcción. Contemplamos relacionamiento comunitario también antes y durante la construcción y operación’.
Fernández cuenta que las comunidades se han mostrado bien predispuestas, pues sobre todo en el norte están habituadas a desarrollos de grandes proyectos y saben cómo funciona la institucionalidad.
El 30 de noviembre, la empresa realizará el lanzamiento del proyecto en un acto en la comuna de Pudahuel −hasta donde llegará su trazado−, que contará con la asistencia del ministro de Energía y un panel de especialistas sobre ‘Corriente continua, un aliado para la transición energética de Chile’. Esta actividad será seguida por otras similares en Valparaíso, Coquimbo, Atacama y cerrará en Antofagasta.